miércoles, 17 de febrero de 2016

MASAJE INFANTIL: EL HUERTO



En el proyecto YOGA-EMOCIONA damos una importancia especial a los masajes infantiles por ello, todos los miércoles, practicamos en grupo estas técnicas de contacto y relajación. Cuando los niños/as se masajean aprenden a reconocer su cuerpo y a valorar las sensaciones de relajación y calma pero además, la practica de masajes restaura alguna amistad herida y ayuda a crear vínculos emocionales más fuertes. Los niños/as de infantil usan su cuerpo como herramienta de aprendizaje, descubren el mundo a través de él. Necesitamos enseñarles a cuidarse, a mimarse, a quererse...


Si quieres introducir los masajes infantiles en tu aula o comenzar a practicar en tu casa con tu hij@, accede a todos los masajes que hemos practicado a lo largo del curso pinchando aquí y podrás aprender a realizar el masaje de Peluquería, el masaje con Escalofrío o la Ducha de Sensaciones.

MASAJE EL HUERTO


El huerto se realiza en pareja. Es un masaje perfecto para crear un clima íntimo y cálido. Las sensaciones que despierta pueden llevarnos a risas o cosquillas con lo que  además de relajarnos también produce vínculos afectivos entre las dos personas. A nosotros nos encanta este masaje!!

PREPARACIÓN:

Busca un ambiente tranquilo y a ser posible donde no haga mucho frío. Si quieres puedes acompañar el momento con música relajante. Organiza a los niños/as por parejas donde uno se colocará dentro de su caparazón boca abajo, como si fuera una tortuga durmiendo y el otro, se sentará a su lado preparándose para realizar el masaje en su espalda.



PRÁCTICA:

  1. El masajista levanta la prenda de ropa que tapa la espalda del niñ@ dejándola al descubierto. 
  2. Explicamos que su espalda es un tierra fértil en la que vamos a plantar
  3. Comezamos arando la tierra: rascando suavemente su espalda de arriba a abajo
  4. Pasamos el tractor por toda la tierra: acariciando toda la espalda con la mano firme
  5. Ahora necesitamos hacer pequeños agujeritos para introducir la semilla: damos golpecitos con la punta de los dedos
  6. Ponemos las semillas (Haciendo pequeños pellizquitos en toda la espalda) 
  7. Regamos toda la tierra (Abriendo y cerrando las manos de arriba a abajo)
  8. Ahora la tierra sólo necesita al sol!! Nosotros tenemos nuestro propio calor!! Primero el masajjista siente su aliento en la mano y después lo echa suavemente sobre la espalda. Para terminar, el calor de nuestro cuerpo con un suave y cariñoso abrazo!!
  
Seguro que en esta tierra crecerán muchos frutos!!

Namasté

1 comentario:

  1. Poder trabajar algo tan sano con los niños es una vivencia genial, yo hice hace tiempo un curso y me alegro porque cada vez aprendo más, preciosas fotografías María

    ResponderEliminar

Deja tus comentarios, nos hará mucha ilusión!!